Sobre el Síndrome de Dravet

El síndrome de Dravet (SD) es una enfermedad neurológica grave e incapacitante de origen genético. Con una incidencia de 1 entre 16.000 a 40.000 nacimientos, el SD se encuadra en el grupo de enfermedades poco frecuentes (1/2000). Uno de los síntomas más visibles en el SD es la epilepsia, la cual comienza a manifestarse en el primer año de vida. Las crisis epilépticas iniciales en el SD suelen ser prolongadas y difíciles de controlar, derivando en estatus epilépticos y requiriendo el ingreso de los pacientes en las UCIs. En edades más avanzadas el retraso cognitivo se hace evidente y aparecen otros trastornos neurológicos y alteraciones graves de la conducta.

El síndrome de Dravet es una encefalopatía epiléptica de origen genético, aproximadamente el 80% de los pacientes afectados presenta una mutación en el gen SCN1A. 

Los problemas comúnmente asociados al SD incluyen: alteraciones del lenguaje y la atención, problemas de aprendizaje, trastornos de conducta o ataxia de la marcha, entre otras. Esto implica que su abordaje ha de ir más allá de tratar sólo las crisis epilépticas. Requiere ser abordado desde un punto de vista multidisciplinar, involucrando a profesionales de diferentes áreas.


La edad de aparición de la enfermedad se sitúa entre los 4 y 12 meses de vida, caracterizándose por convulsiones clónicas o tónico-clónicas generalizadas o unilaterales de duración prolongada tanto en un contexto febril como en ocasiones en ausencia de fiebre. En edades más avanzadas, es frecuente la aparición de otro tipo de crisis, como mioclonías, ausencias atípicas y parciales complejas. Otras comorbilidades como el retraso del desarrollo y los EEG anormales a menudo no son evidentes hasta el segundo o tercer año de vida.  Las opciones de tratamiento actuales son limitadas, y el cuidado constante requerido para una persona que padece el síndrome de Dravet afecta gravemente la calidad de vida del paciente y la de sus familias.

Causas y Diagnóstico

A continuación se detallará información relevante a considerar como cuidador de un paciente con SD:

Diagnóstico

En el primer año de vida, es frecuente confundir el síndrome de Dravet con convulsiones febriles.

Aunque una primera crisis con fiebre en el síndrome de Dravet puede ser similar a una convulsión febril, hay, no obstante, algunas particularidades en el síndrome de Dravet que permiten sospecharlo. Las crisis febriles del síndrome de Dravet aparecen en muchos casos antes de los 7 meses, tienden a ser prolongadas y a repetirse en un período breve. Además, suelen ser hemiclónicas, aunque las clónicas bilaterales o generalizadas tampoco son infrecuentes. La temperatura que las desencadena puede no ser excesivamente elevada. Aproximadamente, a un 20% de los pacientes con síndrome de Dravet no se le encontrará mutación genética en el gen SCN1A.

Aspectos a tener en cuenta en el diagnóstico del síndrome de Dravet:

  • Edad de inicio de las convulsiones
  • Las convulsiones se desencadenaron por fiebre, enfermedad, calor o emoción a la actividad
  • Tipos de crisis
  • Frecuencia de las crisis
  • Duración de las crisis
  • Las crisis no han sido controladas por la medicación
  • Algunos de los medicamentos empleados para las convulsiones empeoraron el cuadro
  • Aparición de otro tipo de crisis diferentes a las iniciales

Síntomas Clínicos

El síndrome de Dravet es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por una epilepsia severa resistente al tratamiento que presenta las siguientes características clínicas y electroencefalográficas:

– Inicio en el primer año de vida

– Desarrollo cognitivo normal previo al inicio de la crisis

– Resistencia al tratamiento farmacológico

– Crisis convulsivas prolongadas (más de diez minutos)

– Normalidad inicial con deterioro posterior del EEG, asociado a deterioro cognitivo progresivo con ataxia y otras alteraciones motoras

En la mayoría de los casos, las crisis epilépticas comienzan en el primer año de vida. Las primeras crisis están relacionadas con la aparición de fiebre y son convulsiones generalizadas tónicas-clónicas o hemiclónicas. En muchas ocasiones estas crisis desembocan en estatus epilepticus (episodios de larga duración o con repetición sin recuperación de la conciencia). Con el tiempo, también aparecen crisis afebriles o relacionadas con otros estímulos, y otro tipo de convulsiones como las mioclonías, ausencias atípicas y crisis parciales-complejas.

A partir del segundo año se empiezan a observar síntomas de retraso en el desarrollo cognitivo y psicomotor. En muchos casos se observan ataxia, trastornos incluidos dentro del espectro autista, problemas alimenticios, de crecimiento y trastornos del sueño. El habla suele ser una de las facultades más afectadas.

Factores desencadenantes de las crisis en el síndrome de Dravet

– Cuadro de fiebre

– Cambios bruscos de la temperatura corporal (baño, calor, ejercicio físico…)

– Determinados estímulos como patrones visuales, luces, etc.

– Emociones intensas

Pronóstico y Evolución

Curso Clínico

El síndrome de Dravet suele tener una evolución de crisis epilépticas dependiente de la edad. Se pueden identificar tres etapas:

– La fase de inicio (niños menores de un año de edad)
– La fase de empeoramiento (niños entre 1 y 5 años)
– La fase de estabilización (niños mayores de cinco años)

Fase Inicial (menores de 1 año de edad)

El primer evento epiléptico generalmente ocurre “de la nada” normalmente entre los 4 y 8 meses de edad en un niño que se desarrolla con normalidad y no tiene antecedentes que sugieran un problema. En la mayoría de los casos, la primera crisis es inducida por una fiebre leve (37-38 ° C) a causa de una enfermedad o después de una vacunación.
Durante las próximas semanas o meses, el niño tendrá otras convulsiones, febriles o afebriles, a pesar del uso de medicamentos antiepilépticos. En este punto, el electroencefalograma (EEG) y otras investigaciones de neuroimagen (resonancia magnética) casi siempre son normales.

Fase de empeoramiento (entre 1 a 5 años de edad)

Durante este período, la frecuencia de las crisis epilépticas suele aumentar. Las convulsiones pueden ocurrir con o sin fiebre, y con frecuencia incluyen episodios de estado epiléptico.
Aparecen otros tipos de convulsiones.
Durante esta fase, las convulsiones suelen ser extremadamente frecuentes, intensas y prolongadas, lo que suele dar como resultado múltiples hospitalizaciones.

3. Fase de Estabilización (mayores de 5 años)

Desde la mitad de la infancia hasta la adolescencia, las convulsiones generalmente mejoran, con una reducción y, a veces, la desaparición de las crisis focales, las ausencias atípicas y las crisis mioclónicas.
El número y la duración de las convulsiones disminuyen, pero las convulsiones rara vez se detienen por completo. Estas convulsiones a menudo se agrupan, especialmente al principio o al final de la noche.
En la mayoría de los pacientes, el estado epiléptico es considerablemente menos frecuente.

Desarrollo cognitivo y psicológico

El síndrome de Dravet tiene una evolución del desarrollo característica. El retraso en el desarrollo y la discapacidad intelectual casi siempre están presentes.

Al igual que en el curso clínico de las convulsiones, se pueden identificar tres etapas, aunque las edades pueden variar:

Fase Inicial (menores de 1 año de edad)

El desarrollo psicomotor y cognitivo del niño suele ser normal durante el primer año de vida.

Fase de empeoramiento (entre 1 a 5 años de edad)

Entre el primer y segundo año de edad, a menudo se observa una desaceleración general del desarrollo. Aparecen trastornos intelectuales y de comportamiento. Su severidad puede variar de un niño a otro. El habla y el lenguaje son los primeros en verse afectados, pero la mayoría de las otras áreas de desarrollo se ven afectadas gradualmente.

Muchos de los niños tienen problemas con la coordinación, como la marcha descoordinada (ataxia) y problemas con las habilidades motoras finas (coordinación de las manos y los dedos).

Fase de Estabilización (mayores de 5 años)

Al llegar a esta fase, los trastornos psicomotores y cognitivos tienden a estabilizarse. El desarrollo puede continuar lentamente o reiniciarse si ha habido un período de regresión.

La discapacidad intelectual permanente varía de moderada a severa, dependiendo de la evolución durante los años anteriores.
La comunicación a menudo sigue siendo difícil y se pueden observar ciertas características del espectro autista. En general, las habilidades del habla coinciden con el nivel intelectual general del niño, pero la comprensión del lenguaje sigue siendo mejor que la capacidad para producir el habla.

Ocasionalmente pueden tener un comportamiento agresivo o incluso psicosis.

Fármacos Contraindicados

Existe una serie de fármacos antiepilépticos contraindicados para el Síndrome de Dravet tales como:

  • Lamotrigina (lamictal, labileno, crisomet)
  • Fenitoína (Dilatin, Epanuntin, sinergina)
  • Lacosamida (Vimpt)
  • Fosfeitoína (Cerevyx, prodilantin)
  • Carbamazepina (Tegretol, Calepsin, Cargagen, Barbatrol, Epitol, Finlepsin, Sirtal, stazepine)
  • Oxcarbazepina (Treliptal)
  • Rufinamida (innovelon)
  • Tiagabina (gabitril)
  • Acetato de Eslicarbazepina (Zebinix)
  • Vigabatrina (Sabril, Sabrilan, Sabrilex)